Historia tatuada


¡Muy buenas!

El pasado 4 de junio publiqué un artículo sobre mi tatuaje cuando solamente era la frase "Indartsu bizi" (Vive fuerte).

Su significado y el hecho de vérmelo a diario, aunque parezca extraño, me dan ese pequeño impulso que nunca viene mal, por eso decidí hacérmelo en un sitio tan visible. Os invito a leer, si no lo habéis hecho, aquel post de junio en el que escribí de forma más extensa sobre él.

En este artículo quiero hablaros de los dos detalles que quise añadirle. Un tiempo después de hacérmelo me parecía que le faltaba algo, no tenía muy claro qué pero era algo.

Si no recuerdo mal, tomé la decisión un 4 de febrero, Día Mundial del Cáncer. Decidí que quería tener en mi piel el lazo que nos representa a todas las personas que hemos pasado por ésto. Además, quise sumarle dos fechas, más concretamente los dos años tan señalados para mí cuando se trata de este tema.

El lazo en ese color en concreto es un símbolo conocido en todo el mundo que engloba a los diferentes tipos de cáncer, cada uno tiene su lazo de distinto color; rosa, morado, azul, rojo, verde... al final decidí tatuarme el más simbólico y el que abarca todos.

Recuerdo que de pequeño no me gustaban los tatuajes y, a decir verdad, hoy en día no cualquiera me atrae, suelen gustarme más los que tienen una razón o historia detrás. Mi tatuaje tiene un significado tan fuerte como para, aquel día, decidir marcármelo para toda la vida.

Éste si algo tiene... es un gran significado.

¡Un abrazo!

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